El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus de transmisión sexual muy común, considerada la infección de transmisión sexual más frecuente.
Se transmite a través del contacto sexual, incluido el sexo vaginal, anal y oral, y también puede transmitirse por contacto piel con piel en áreas genitales o de la garganta. Se calcula que hasta el 80% de la población sexualmente activa se infecta con el VPH en algún momento de su vida, pero más del 90% de las infecciones se resuelven por si solas y sin presentar síntomas, ya que el sistema inmunitario suele acabar con el virus.
Se conocen más de 200 variantes (genotipos) del VPH, estas se dividen en dos grandes grupos según su potencial oncogénico:
- De bajo riesgo oncogénico: causantes de lesiones, como verrugas genitales, que rara vez evolucionan en cáncer.
- De alto riesgo oncogénico: pueden ser causantes de cáncer, como el cáncer de cuello de útero en mujeres, cáncer de pene en hombres y otros tipos de cáncer, como el de boca o garganta, tanto en hombres, como en mujeres.
Aunque la mayoría de las infecciones por VPH remiten por sí solas y la mayor parte de las lesiones precancerosas se resuelven de forma espontánea, todas las mujeres corren el riesgo de que una infección por VPH se cronifique y de que las lesiones precancerosas evolucionen hacia un cáncer de cuello uterino invasivo. Es importante destacar que casi todos los casos de cáncer de cuello de útero pueden atribuirse a una infección por VPH, por lo que las pruebas periódicas son claves para evitarlo.
En cuanto a los síntomas, la mayoría de las personas infectadas con VPH no presentan síntomas, lo que puede hacer que la infección continúe sin ser detectada y tratada. Sin embargo, algunos síntomas pueden incluir:
- Verrugas genitales, principalmente causadas por los tipos 6 y 11.
- Otros tipos de verrugas (plantares, planas, cutáneas)
Y asociadas a la presencia de lesiones precancerosas, que pueden evolucionar a cáncer:
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Sangrado vaginal, anal
- Dolor al orinar
- Dolor de garganta persistente, dolor de oído, …
Esta infección tan común, puede tener graves consecuencias a largo plazo en la salud si no se detecta y trata a tiempo. Es importante estar informado sobre los síntomas y riesgos del VPH, así como adoptar medidas para prevenirlo y tratarlo. La vacunación, el uso de preservativos y la realización de pruebas regulares son formas importantes de protegerse contra el VPH y otras ETS.
Además, se recomienda realizar exámenes regulares para detectar cualquier anomalía. Si se detecta a tiempo, el cáncer causado por el VPH se puede tratar.